domingo, 11 de octubre de 2009

De Freud a la Lacán: el asunto de la Bisexualidad (Una relectura)

Para Freud la bisexualidad (bisexualität) es un concepto fundamental, aunque el mismo naciera a la sombra que Wilhem Fliess proyectaba. Sombra fundamental en el autoanálisis de Freud, tal y como es conocido por los y las colegas.

Como muchos aspectos psiconalíticos y siempre a la sombra de la formación de Freud como neurólogo la bisexualidad es una evidencia física, es conocido por todos y todas que el embrión tiene características morfológicas de ambos sexos, y en todo hombre o mujer existen vestigios del aparato genital del sexo opuesto.

El celebre "Daimón" de Freud otorgaba gran importancia a la bisexualidad biológica, para él, el conflicto con la represión se enmarcaba dentro de la lucha entre las tendencias masculinas y femeninas. Freud lo resumiría como: "El sexo (...) dominante en la persona habría reprimido en el inconsciente la representación psíquica del sexo vencido", tiempo después y lamentando el fracaso del psicoanálisis ortodoxo dirá: "(...) la teoría de la bisexualidad comporta todavía numerosos puntos oscuros, y debemos sentirnos incómodos en psicoanálisis por no haber podido enlazarla con la teoría de las pulsiones".

Los problemas conceptuales freudianos alrededor de la bisexualidad arrancan de diferentes puntos a saber:

. El concepto de bisexualidad implicaría tener claros otros conceptos como masculino o femenino, sin embargo estos varían desde un punto de vista geográfico, sociológico, psicológico y aún biológico.

. Freud no las tenía consigo respecto a la mezcla que hizo Fliess entre los conceptos de represión y bisexualidad. Para Freud la represión se daba alrededor de conflictos masculinos y feméninos, y no en referencia a un sexo "ganador" y uno "vencido", todas las personas tenemos pulsiones de ambos tipos.

Sin embargo en Die endliche und die unendliche Analyse de 1937 (Análisis Terminable e Interminable) Freud dice que lo que se reprime es lo que va en contra del sexo de la persona, entendiendo este biunívocamente (actitud femenina en el hombre, complejo de castración en la mujer).

. Además es difícil conciliar la bisexualidad biológica cuando para Freud lo más importante es la prevalencia del "Falo" en uno u otro sexo.

Lacán por su parte nos va a hablar del fantasma, que no implicaría un choque con la realidad, una oposición, porque no es aquello que funda negativamente una realidad, sino aquello que sostiene la realidad del sujeto mismo e impregna su vida, pensemos en el fantasma como la forma en la que se estructura el deseo, deseo que, como nos enseña el maestro francés, es deseo del Otro. Por lo tanto implica que es la forma de ser del sujeto con respecto al Otro, algo que vuelve siempre al mismo sitio, como diría Freud es repetición. Es algo fijo, algo que le da al sujeto una significación absoluta.

Es algo que es diferente del síntoma, porque el síntoma relanza una cadena significante, es el significante del Otro, el fantasma es un comienzo absoluto, el fantasma viene de la falta en el Otro,clínicamente hablando: del síntoma se habla, del fantasma se calla. El fantasma da una certeza ahí donde un saber está ausente. El síntoma pregunta al sujeto supuesto saber, el fantasma es la base de la realidad, aunque en clave lacaniana deberíamos decir de lo real, no de la realidad.

Imaginemos el juego de un niño, esta es una actividad central y se apoya en lo real del infante, pero años después ya el niño no juega, que cosa quedó ahí para conectarlo con la realidad, pues el fantasma.

¿Pero de donde nace ese deseo, esa falta del Otro? Nace de la inconsistencia del la lengua, porque yo conozco un significado porque otro significante me lo dice, pero no hay un significante último, algo que diga que todo lo anterior está bien o está mal.

Ante esta imposibilidad de simbolización yo necesito una respuesta, respuesta que siempre involucra al cuerpo como imagen. Pero esas investiduras de un cuerpo son en realidad de otro cuerpo, porque se refiere al Otro. El cuerpo en el fantasma viene dado como imagen, pero también en relación con las pulsiones y esto articula la sexualidad en tanto y cuanto las pulsiones tienen un objeto.


El deseo del Otro es el falo, pero un sólo significante no alcanza para describir la relación sexual, por eso el niño inventa la universalidad del pene (pene en la madre, pene en las niñas, pene en todo el mundo), pero descubre la vagina y su teoría cae, porque el niño trata de ser el falo que la madre desea, si la madre no tiene el desaparece, acá es cuando el cuerpo y el fantasma se unen, el cuerpo es un falo para la madre. Ser o no ser diría Hamlet, porque el neurótico tiene un hueco en lo simbólico, seré el falo? se pregunta...

En lugar de bisexual Lacán va a hablar de unisexualidad, puesto que no hay significante para la relación sexual existe sólo una posible postura, Wo es war, soll Ich werden (Donde hay ello, yo debe venir) diría Freud, lo cual debería ser traducido como donde había misería de goce, objeto en el fantasma, desgracia del ser, debo advenir como sujeto de deseo.

Sociológicamente hablando sin embargo, la bisexualidad se considera una opción válida para los sujetos, pero eso es el universo de muchos...

De Freud a la Lacán: el asunto de la Bisexualidad (Una relectura)

Para Freud la bisexualidad (bisexualität) es un concepto fundamental, aunque el mismo naciera a la sombra que Wilhem Fliess proyectaba. Sombra fundamental en el autoanálisis de Freud, tal y como es conocido por los y las colegas.

Como muchos aspectos psiconalíticos y siempre a la sombra de la formación de Freud como neurólogo la bisexualidad es una evidencia física, es conocido por todos y todas que el embrión tiene características morfológicas de ambos sexos, y en todo hombre o mujer existen vestigios del aparato genital del sexo opuesto.

El celebre "Daimón" de Freud otorgaba gran importancia a la bisexualidad biológica, para él, el conflicto con la represión se enmarcaba dentro de la lucha entre las tendencias masculinas y femeninas. Freud lo resumiría como: "El sexo (...) dominante en la persona habría reprimido en el inconsciente la representación psíquica del sexo vencido", tiempo después y lamentando el fracaso del psicoanálisis ortodoxo dirá: "(...) la teoría de la bisexualidad comporta todavía numerosos puntos oscuros, y debemos sentirnos incómodos en psicoanálisis por no haber podido enlazarla con la teoría de las pulsiones".

Los problemas conceptuales freudianos alrededor de la bisexualidad arrancan de diferentes puntos a saber:

. El concepto de bisexualidad implicaría tener claros otros conceptos como masculino o femenino, sin embargo estos varían desde un punto de vista geográfico, sociológico, psicológico y aún biológico.

. Freud no las tenía consigo respecto a la mezcla que hizo Fliess entre los conceptos de represión y bisexualidad. Para Freud la represión se daba alrededor de conflictos masculinos y feméninos, y no en referencia a un sexo "ganador" y uno "vencido", todas las personas tenemos pulsiones de ambos tipos.

Sin embargo en Die endliche und die unendliche Analyse de 1937 (Análisis Terminable e Interminable) Freud dice que lo que se reprime es lo que va en contra del sexo de la persona, entendiendo este biunívocamente (actitud femenina en el hombre, complejo de castración en la mujer).

. Además es difícil conciliar la bisexualidad biológica cuando para Freud lo más importante es la prevalencia del "Falo" en uno u otro sexo.

Lacán por su parte nos va a hablar del fantasma, que no implicaría un choque con la realidad, una oposición, porque no es aquello que funda negativamente una realidad, sino aquello que sostiene la realidad del sujeto mismo e impregna su vida, pensemos en el fantasma como la forma en la que se estructura el deseo, deseo que, como nos enseña el maestro francés, es deseo del Otro. Por lo tanto implica que es la forma de ser del sujeto con respecto al Otro, algo que vuelve siempre al mismo sitio, como diría Freud es repetición. Es algo fijo, algo que le da al sujeto una significación absoluta.

Es algo que es diferente del síntoma, porque el síntoma relanza una cadena significante, es el significante del Otro, el fantasma es un comienzo absoluto, el fantasma viene de la falta en el Otro,clínicamente hablando: del síntoma se habla, del fantasma se calla. El fantasma da una certeza ahí donde un saber está ausente. El síntoma pregunta al sujeto supuesto saber, el fantasma es la base de la realidad, aunque en clave lacaniana deberíamos decir de lo real, no de la realidad.

Imaginemos el juego de un niño, esta es una actividad central y se apoya en lo real del infante, pero años después ya el niño no juega, que cosa quedó ahí para conectarlo con la realidad, pues el fantasma.

¿Pero de donde nace ese deseo, esa falta del Otro? Nace de la inconsistencia del la lengua, porque yo conozco un significado porque otro significante me lo dice, pero no hay un significante último, algo que diga que todo lo anterior está bien o está mal.

Ante esta imposibilidad de simbolización yo necesito una respuesta, respuesta que siempre involucra al cuerpo como imagen. Pero esas investiduras de un cuerpo son en realidad de otro cuerpo, porque se refiere al Otro. El cuerpo en el fantasma viene dado como imagen, pero también en relación con las pulsiones y esto articula la sexualidad en tanto y cuanto las pulsiones tienen un objeto.


El deseo del Otro es el falo, pero un sólo significante no alcanza para describir la relación sexual, por eso el niño inventa la universalidad del pene (pene en la madre, pene en las niñas, pene en todo el mundo), pero descubre la vagina y su teoría cae, porque el niño trata de ser el falo que la madre desea, si la madre no tiene el desaparece, acá es cuando el cuerpo y el fantasma se unen, el cuerpo es un falo para la madre. Ser o no ser diría Hamlet, porque el neurótico tiene un hueco en lo simbólico, seré el falo? se pregunta...

En lugar de bisexual Lacán va a hablar de unisexualidad, puesto que no hay significante para la relación sexual existe sólo una posible postura, Wo es war, soll Ich werden (Donde hay ello, yo debe venir) diría Freud, lo cual debería ser traducido como donde había misería de goce, objeto en el fantasma, desgracia del ser, debo advenir como sujeto de deseo.

Sociológicamente hablando sin embargo, la bisexualidad se considera una opción válida para los sujetos, pero eso es el universo de muchos...

De Freud a la Lacán: el asunto de la Bisexualidad (Una relectura)

Para Freud la bisexualidad (bisexualität) es un concepto fundamental, aunque el mismo naciera a la sombra que Wilhem Fliess proyectaba. Sombra fundamental en el autoanálisis de Freud, tal y como es conocido por los y las colegas.

Como muchos aspectos psiconalíticos y siempre a la sombra de la formación de Freud como neurólogo la bisexualidad es una evidencia física, es conocido por todos y todas que el embrión tiene características morfológicas de ambos sexos, y en todo hombre o mujer existen vestigios del aparato genital del sexo opuesto.

El celebre "Daimón" de Freud otorgaba gran importancia a la bisexualidad biológica, para él, el conflicto con la represión se enmarcaba dentro de la lucha entre las tendencias masculinas y femeninas. Freud lo resumiría como: "El sexo (...) dominante en la persona habría reprimido en el inconsciente la representación psíquica del sexo vencido", tiempo después y lamentando el fracaso del psicoanálisis ortodoxo dirá: "(...) la teoría de la bisexualidad comporta todavía numerosos puntos oscuros, y debemos sentirnos incómodos en psicoanálisis por no haber podido enlazarla con la teoría de las pulsiones".

Los problemas conceptuales freudianos alrededor de la bisexualidad arrancan de diferentes puntos a saber:

. El concepto de bisexualidad implicaría tener claros otros conceptos como masculino o femenino, sin embargo estos varían desde un punto de vista geográfico, sociológico, psicológico y aún biológico.

. Freud no las tenía consigo respecto a la mezcla que hizo Fliess entre los conceptos de represión y bisexualidad. Para Freud la represión se daba alrededor de conflictos masculinos y feméninos, y no en referencia a un sexo "ganador" y uno "vencido", todas las personas tenemos pulsiones de ambos tipos.

Sin embargo en Die endliche und die unendliche Analyse de 1937 (Análisis Terminable e Interminable) Freud dice que lo que se reprime es lo que va en contra del sexo de la persona, entendiendo este biunívocamente (actitud femenina en el hombre, complejo de castración en la mujer).

. Además es difícil conciliar la bisexualidad biológica cuando para Freud lo más importante es la prevalencia del "Falo" en uno u otro sexo.

Lacán por su parte nos va a hablar del fantasma, que no implicaría un choque con la realidad, una oposición, porque no es aquello que funda negativamente una realidad, sino aquello que sostiene la realidad del sujeto mismo e impregna su vida, pensemos en el fantasma como la forma en la que se estructura el deseo, deseo que, como nos enseña el maestro francés, es deseo del Otro. Por lo tanto implica que es la forma de ser del sujeto con respecto al Otro, algo que vuelve siempre al mismo sitio, como diría Freud es repetición. Es algo fijo, algo que le da al sujeto una significación absoluta.

Es algo que es diferente del síntoma, porque el síntoma relanza una cadena significante, es el significante del Otro, el fantasma es un comienzo absoluto, el fantasma viene de la falta en el Otro,clínicamente hablando: del síntoma se habla, del fantasma se calla. El fantasma da una certeza ahí donde un saber está ausente. El síntoma pregunta al sujeto supuesto saber, el fantasma es la base de la realidad, aunque en clave lacaniana deberíamos decir de lo real, no de la realidad.

Imaginemos el juego de un niño, esta es una actividad central y se apoya en lo real del infante, pero años después ya el niño no juega, que cosa quedó ahí para conectarlo con la realidad, pues el fantasma.

¿Pero de donde nace ese deseo, esa falta del Otro? Nace de la inconsistencia del la lengua, porque yo conozco un significado porque otro significante me lo dice, pero no hay un significante último, algo que diga que todo lo anterior está bien o está mal.

Ante esta imposibilidad de simbolización yo necesito una respuesta, respuesta que siempre involucra al cuerpo como imagen. Pero esas investiduras de un cuerpo son en realidad de otro cuerpo, porque se refiere al Otro. El cuerpo en el fantasma viene dado como imagen, pero también en relación con las pulsiones y esto articula la sexualidad en tanto y cuanto las pulsiones tienen un objeto.


El deseo del Otro es el falo, pero un sólo significante no alcanza para describir la relación sexual, por eso el niño inventa la universalidad del pene (pene en la madre, pene en las niñas, pene en todo el mundo), pero descubre la vagina y su teoría cae, porque el niño trata de ser el falo que la madre desea, si la madre no tiene el desaparece, acá es cuando el cuerpo y el fantasma se unen, el cuerpo es un falo para la madre. Ser o no ser diría Hamlet, porque el neurótico tiene un hueco en lo simbólico, seré el falo? se pregunta...

En lugar de bisexual Lacán va a hablar de unisexualidad, puesto que no hay significante para la relación sexual existe sólo una posible postura, Wo es war, soll Ich werden (Donde hay ello, yo debe venir) diría Freud, lo cual debería ser traducido como donde había misería de goce, objeto en el fantasma, desgracia del ser, debo advenir como sujeto de deseo.

Sociológicamente hablando sin embargo, la bisexualidad se considera una opción válida para los sujetos, pero eso es el universo de muchos...

El tema de la bisexualidad desde Freud

Para Freud la bisexualidad (bisexualität) es un concepto fundamental, aunque el mismo naciera a la sombra que Wilhem Fliess proyectaba. Sombra fundamental en el autoanálisis de Freud, tal y como es conocido por los y las colegas.

Como muchos aspectos psiconalíticos y siempre a la sombra de la formación de Freud como neurólogo la bisexualidad es una evidencia física, es conocido por todos y todas que el embrión tiene características morfológicas de ambos sexos, y en todo hombre o mujer existen vestigios del aparato genital del sexo opuesto.

El celebre "Daimón" de Freud otorgaba gran importancia a la bisexualidad biológica, para él, el conflicto con la represión se enmarcaba dentro de la lucha entre las tendencias masculinas y femeninas. Freud lo resumiría como: "El sexo (...) dominante en la persona habría reprimido en el inconsciente la representación psíquica del sexo vencido", tiempo después y lamentando el fracaso del psicoanálisis ortodoxo dirá: "(...) la teoría de la bisexualidad comporta todavía numerosos puntos oscuros, y debemos sentirnos incómodos en psicoanálisis por no haber podido enlazarla con la teoría de las pulsiones".

Los problemas conceptuales freudianos alrededor de la bisexualidad arrancan de diferentes puntos a saber:

. El concepto de bisexualidad implicaría tener claros otros conceptos como masculino o femenino, sin embargo estos varían desde un punto de vista geográfico, sociológico, psicológico y aún biológico.

. Freud no las tenía consigo respecto a la mezcla que hizo Fliess entre los conceptos de represión y bisexualidad. Para Freud la represión se daba alrededor de conflictos masculinos y feméninos, y no en referencia a un sexo "ganador" y uno "vencido", todas las personas tenemos pulsiones de ambos tipos.

Sin embargo en Die endliche und die unendliche Analyse de 1937 (Análisis Terminable e Interminable) Freud dice que lo que se reprime es lo que va en contra del sexo de la persona, entendiendo este biunívocamente (actitud femenina en el hombre, complejo de castración en la mujer).

. Además es difícil conciliar la bisexualidad biológica cuando para Freud lo más importante es la prevalencia del "Falo" en uno u otro sexo.

Lacán por su parte nos va a hablar del fantasma, que no implicaría un choque con la realidad, una oposición, porque no es aquello que funda negativamente una realidad, sino aquello que sostiene la realidad del sujeto mismo e impregna su vida, pensemos en el fantasma como la forma en la que se estructura el deseo, deseo que, como nos enseña el maestro francés, es deseo del Otro. Por lo tanto implica que es la forma de ser del sujeto con respecto al Otro, algo que vuelve siempre al mismo sitio, como diría Freud es repetición. Es algo fijo, algo que le da al sujeto una significación absoluta.

Es algo que es diferente del síntoma, porque el síntoma relanza una cadena significante, es el significante del Otro, el fantasma es un comienzo absoluto, el fantasma viene de la falta en el Otro,clínicamente hablando: del síntoma se habla, del fantasma se calla. El fantasma da una certeza ahí donde un saber está ausente. El síntoma pregunta al sujeto supuesto saber, el fantasma es la base de la realidad, aunque en clave lacaniana deberíamos decir de lo real, no de la realidad.

Imaginemos el juego de un niño, esta es una actividad central y se apoya en lo real del infante, pero años después ya el niño no juega, que cosa quedó ahí para conectarlo con la realidad, pues el fantasma.

¿Pero de donde nace ese deseo, esa falta del Otro? Nace de la inconsistencia del la lengua, porque yo conozco un significado porque otro significante me lo dice, pero no hay un significante último, algo que diga que todo lo anterior está bien o está mal.

Ante esta imposibilidad de simbolización yo necesito una respuesta, respuesta que siempre involucra al cuerpo como imagen. Pero esas investiduras de un cuerpo son en realidad de otro cuerpo, porque se refiere al Otro. El cuerpo en el fantasma viene dado como imagen, pero también en relación con las pulsiones y esto articula la sexualidad en tanto y cuanto las pulsiones tienen un objeto.


El deseo del Otro es el falo, pero un sólo significante no alcanza para describir la relación sexual, por eso el niño inventa la universalidad del pene (pene en la madre, pene en las niñas, pene en todo el mundo), pero descubre la vagina y su teoría cae, porque el niño trata de ser el falo que la madre desea, si la madre no tiene el desaparece, acá es cuando el cuerpo y el fantasma se unen, el cuerpo es un falo para la madre. Ser o no ser diría Hamlet, porque el neurótico tiene un hueco en lo simbólico, seré el falo? se pregunta...

En lugar de bisexual Lacán va a hablar de unisexualidad, puesto que no hay significante para la relación sexual existe sólo una posible postura, Wo es war, soll Ich werden (Donde hay ello, yo debe venir) diría Freud, lo cual debería ser traducido como donde había misería de goce, objeto en el fantasma, desgracia del ser, debo advenir como sujeto de deseo.

Sociológicamente hablando sin embargo, la bisexualidad se considera una opción válida para los sujetos