viernes, 30 de agosto de 2013

Acercamiento psicológico a Pelicula “Release”

Este es un artículo de mi colega, el Doctor Javier Rojas, que siempre con su clara visión hace una muy interesante reflexión sobre una obra de cine:

El contenido del presente ensayo procura hacer conexiones desde la dimensión psicoanalítica y la vivencia subjetiva de algunas escenas de la película “Release” (2010). La cinta narra la historia de un drama carcelario que hace una interesante reflexión de los fantasmas que atormentan a sus protagonistas, señala la importancia de la libertad, de las segundas oportunidades, del amor (a un hermano y a una pareja) y de la fuerza de la pasión. También hay una mirada crítica hacia la corrupción existente en las cárceles y la doble moral de la iglesia. A nivel técnico debe destacarse la sensación de encierro y claustrofobia en que nos trasmite la película - nunca miramos la cárcel- siempre estamos en la cárcel mirando el cielo o el alambre de púas o por medio de las barras que distancian la liberación.

La primera escena de la película se muestra a Jack y a Martin levantarse abruptamente tras el ruido ensordecedor de una de las alarmas de la prisión. La cinta narrará en las escenas siguientes los frecuentes sobresaltos de los protagonistas principales que luchan por su unión secreta. La única constante en sus vidas será la naturaleza del amor que será un perfecto amortiguador para contener la brusquedad de los golpes del ambiente carcelario.

El psicoanálisis le atribuye una gran importancia a la sexualidad en el desarrollo y en la vida psíquica del ser humano (Kaufmann, P.1996.p.3). No existe la sexualidad disgregada de la persona. Esto significa que la sexualidad en el ser humano no es algo instintivo. Se trata más bien de una dimensión constitutiva de la vida. La identidad sexual es una de las tantas identidades que se desarrollan, al igual que la identidad social, laboral, entre muchas otras. La sexualidad es algo propio al placer. En el psicoanálisis se parte de la premisa de que lo ligado al placer tiene un carácter sexual.

Desde el inicio de la película se transita al espectador por múltiples pasillos que le permiten el ingreso a la prisión. El recorrido supone el aislamiento afectivo y social, una clara pérdida de roles sexuales, familiares y sociales, y produce un deterioro de la identidad y de la autoestima. Usualmente el comportamiento es supervisado continuamente por los funcionarios de la prisión y corregido dominantemente por un sistema de normas formales que le exigen una subordinación que llega a lo servil y que invaden la intimidad. Como consecuencia se desarrolla un código de normas y valores en contra de las normas y fines oficialmente declarados por la institución. Desde el principio se aprecia como el protagonista es despojado de sus envestiduras como sacerdote y es obligado a desnudarse en presencia de la “mirada juiciosa de los otros”.

En el sistema social de los internos de prisión hay pocos roles y status y una vez asignados, son mantenidos con una gran presión grupal. En la posición de líder se encuentran los internos con larga experiencia delincuencial y penitenciaria que cumplen largas condenas por delitos de robo y/o violencia. En los más bajos, se encuentran los internos físicos y psíquicamente débiles o perturbados, siendo objeto de aislamiento y rechazo los violadores, sobre todo los de niños, y los delatores. Sus compañeros de prisión creen que que Jack ha sido condenado por pedofilia y comienzan a sembrar la semilla de la duda en la mente de su compañero de celda adolescente, Torre. Después de rescatar a Torre de una paliza Jack ahora se convierte en la presa de los reclusos.

En la película se muestra la violencia como parte de la cotidianidad carcelaria, Jack fue objeto de un ataque. Las causas de la muerte de Jack son claras, se trata de un rechazo de una sociedad a una forma de ser. Probablemente las personas de la cárcel, encabezadas por su líder “notaron” ciertas conductas de Jack que los hicieron concluir que se trataba de un homosexual o un opositor al sistema y decidieron agredirlo e instigar a su compañero de celda hasta provocar la muerte de una manera violenta. El recién llegado (Torre), desprovisto de todo, desorientado y lleno de temor, puede finalmente ceder a los deseos o manipulaciones de su ocasional protector. En la mayoría de los casos se rebela, entonces, en el momento oportuno, se pasa directamente a la violencia.
Estos líderes de la cárcel se sienten expulsados por la sociedad, optando por la delincuencia como forma de vida conscientemente elegida. Con respecto a los funcionarios de vigilancia y estructuras de poder muestran una clara actitud de abierta manipulación que se puede evidenciar con una clara conducta de tolerancia y permisividad con la subcultura carcelaria. Como ejemplo de lo anterior se observa a la “Jefa” con altos niveles de insensibilidad hacia los procedimientos realizados al interior de presidio y ejerciendo acoso moral hacia los subalternos. Se destaca la importancia del diploma que esta colgado en la pared y como el mismo en forma simbólica recibe los embates de la construcción del poder.

Los valores y actitudes de la subcultura carcelaria son bastante comunes y universales a todas ellas, adoptando la forma de un "código del preso". Dicho código está integrado por normas que constituyen severos modelos de conducta para los internos, normas establecidas para defender los intereses de los reclusos y en oposición a las reglas oficiales de la prisión. El principio fundamental es que nada de lo que sucede entre los internos debe saberse por los funcionarios; la norma clave, es la de no delatarse. En la cinta se expone claramente el valor que adquiere el saber mantener la calma y la frialdad ante discusiones y peleas, reaccionando violentamente sólo ante una clara provocación. Se aprecia que los presos deben compartir los recursos escasos explotando a los demás presos. Se debe mantener la integridad siendo resistente, duro, aguantando las frustraciones y peligros de la prisión con valore y dignidad. La norma más proclamada es la hostilidad, rechazando el esfuerzo y el respeto a la ley como formas de conseguir el éxito. El líder de la banda Max, sin embargo tiene objeciones y busca arruinar la relación y manipula la institutriz, Heather para en suspensión a Martin por mala conducta después de revelar el asunto. Solo y vulnerable Jack es ahora atormentado y perseguido por Max que se venga de él.

A nivel simbólico se destaca la impresión de un tatuaje en la piel del protagonista. El mismo funciona como una identificación propia camuflada que llevará la durante toda su vida. El tatuaje se encuentra grabado en una parte de la piel que no se encuentra disponible a la mirada de otros. El juego parece ser, estar, sin ser visto… Es como una vivencia de completitud (el tatuaje pasa a formar parte del propio cuerpo).

La película nos revela parte de los sueños del protagonista principal, en el mismo se observa como corre por las praderas y poco a poco se libera de sus ropas. Me parece que un elemento clave en el sueño es el deseo intenso de “liberarse” del algo que lo atormenta y aprisiona. Sera otra vez liberarse de las envestiduras que lo aprisionan y sostienen o será más bien el estar dentro de la prisión le permite la libertad ambicionada. Los sueños y pesadillas, con la apertura a los espacios soleados que es una propuesta al deseo de liberación de los intérpretes.

“Reléase” examina las tensiones que existen entre la vivencia de prácticas homosexuales, frente al deseo por lo prohibido y sus efectos. Se vive como un secreto envuelto en un velo y que lo protege y sostiene frente a la violencia del entorno.
La cinta narra como los protagonistas, Jack y Martin luchan por su unión secreta. Se ven varias veces, pero cuando están juntos se vierte entre ellos una gran atracción física y un deseo de estar juntos a pesar de los riesgos. La única constante en su vida es una fuerza de la naturaleza, el amor que es como un gran secreto escondido detrás de las puertas de la celda.

La teoría psicoanalítica ubica la etiología de la homosexualidad en la salida del complejo de Edipo, y el tipo de identificaciones que logra hacer el individuo en esa fase libidinal, habiendo quedado el sujeto homosexual fijado a su madre, con una intensidad inusualmente grande, sin abandonar este objeto en la etapa puberal (etapa en la que debería permutar a la madre por otro objeto sexual) identificándose de esta manera al objeto. Este es introyectádo a su yo. El amor hacia la madre no puede proseguir el ulterior desarrollo consciente, y sucumbe a la represión.

El largometraje describe como Martin confiesa a Jack como desde que lo viopor primera vez pudo percibir algo más allá de su “halo”. Por su parte Jack le menciona que únicamente antes había percibido esos sentimientos relacionados con la vocación sacra. En ambos casos se asume una identidad que implica una coincidencia entre los deseos, sentimientos, actos y conciencia, que culminan en la aceptación de la homosexualidad.

La mayoría de lecturas consultadas señalan que hoy en día no es posible cambiar la orientación sexual de las personas. Las mismas destacan que el soporte terapéutico debe promover que las personas homosexuales al igual que las heterosexuales lleven una vida sana y con el mínimo de conflictos con la sociedad en la que viven. Cabe señalar que la enorme mayoría de homosexuales que visitan al psicólogo no buscan cambiar su identidad sexual, sino lo que suelen solicitar es ayuda para aceptarse a sí mismos y convivir armónicamente con las personas que no son de su misma orientación.

Rattray (1954), señala que a partir del siglo IV, antes de Cristo, en el mundo clásico se verifica una represión creciente de la sexualidad y un desarrollo del sentimiento de culpa, factores que facilitaron el triunfo del concepto hebreo, más represivo sobre el sexo, en comparación con el concepto griego. Según los griegos, la naturaleza sexual de todo ser humano contenía elementos tanto homosexuales como heterosexuales. ¿Pero podrá la represión actuar en la verdadera orientación sexual? Aunque quizás si se pueda. Al respecto quedan dudas sobre la moral interna se lo permitirá (dependerá del grado de represión generadora de culpas y temor).

En esta perspectiva se pueden llegar a utilizar fantasías homosexuales para llevar adelante su sexualidad heterosexual. Es así como muchos hombres y mujeres homosexuales contraen matrimonio con mujeres y viceversa y no sienten, ni nunca sintieron, atracción sexual por ella o por ellos, aunque si puede establecer lazos muy fuertes afectivos. Hasta podría existir un tipo de amor entre ellos.

El personaje principal manifiesta que su primer amor fue Jesús y de hecho se casa con la Iglesia mediante un voto sacerdotal. Se trata de un intento de represión de hombres que padecen de aquello que desconocen y niegan de sí mismos. Jack admite haber evadido sus sentimientos mediante la dedicación profunda a la música eclesiástica.

Es el momento de poner el acento en la compleja conflictiva a la que está sometido quien se descubre ya en su identidad homosexual. Se trata de la lógica de sentirse diferente. Esta violencia simbólica es atravesada por las diversas formas de violencia verbal y/ o física avaladas por la cultura. Comparto lo señalado por Sullivan (1953) desde el punto de vista culturalista en donde hace énfasis en las restricciones y en los sentimientos de culpa hacia la heterosexualidad sentidos, durante la infancia como posible causa de la homosexualidad.
Parece ser que Martin deseaba a su amigo de su mismo sexo sin darse cuenta. También Jack mantuvo una relación homoerótica sin haber tenido una idea clara de lo que era. Esto significa que no siempre hay conciencia de los sentimientos y deseos, e incluso, como se evidencia en la película, ni siquiera se sabe en que momento ocurren. Un componente básico de esta formula es la atracción sexual, específicamente genital.

Hay una condena hacia lo diferente, lo que no cumple con los ideales familiares y sociales. Una mirada desde la culpa que perturba y distorsiona la constitución del individuo. Cambiar los valores del súper/yo es sentido como romper con los seres que han sido más importantes para la persona y no sólo es la culpa lo que está en juego sino de la angustia de la separación.

La película retoma de nuevo el debate sobre el tema de la vida y de la muerte en condiciones de terminalidad. Es aquí cuando chocan dos posiciones una con buen soporte religioso y que considera que la vida es un don y la otra que afirma que terminar con la vida es una decisión personal.
La asimetría de las posturas hace que el protagonista se sumerja frente a fantasmas atormentadores. Mediante los sueños y pesadillas y mecanismos compensatorios de proyección logra tramitar la carga represora que le permite liberarse del sentimiento de culpa imperante.

La cinta deja ver en forma intensa expresiones de excitación erótica, es posible que el enamoramiento que se gestaba se disfrazara en forma de cercanía y de dependencia. Esto se aprecia en momentos previos a los encuentros sexuales. La relación sexual partió de la esfera genital a la afectiva. Al terminar la jornada carcelaria deben buscar el espacio con la premisa de la discreción. Se exigen a sí mismo, mediante un pacto implícito, volverse invisibles. Se obligan a sí mismo a llevar una vida disociada a no mostrar sus afectos.

Más allá de lo singular de la historia de cada sujeto, el homosexual tiene aspectos emocionales con el que tiene que lidiar. La pareja debe buscar espacios de encuentro distanciados de sus familias. La pareja se sostiene sola sin vínculos sociales. Al final de la película se denota la idea fantasiosa de Jack de una vivencia en pareja tropieza con las reglas morales de sus compañeros. Se aprecia como en la escena de la enfermería Jack recibe con asco de un compañero las cartas de amor de Martin.

Después de una etapa de exploración se intenta crear una pseudopareja. La misma se caracteriza por sentimientos encontrados, expectativas poco realistas, malentendidos, discusiones y sobretodo dependencia e idealización. El proceso es difícil tomando en cuenta las circunstancias; no existen modelos que seguir, sobre todo que ambos tienen vivencias heterosexuales.

En la película hay varios momentos de encuentro de la pareja en el que ambos se muestran libres de ataduras. El no reconocimiento y desvalorización religiosa y social lo vuelve más vulnerable. El estado emocional resulta de la representación de sí mismo, de sus ambiciones e ideales, y de su conciencia crítica.
La homofobia cumple otra importante función. Esto es negar en sí mismo toda tendencia homosexual (Castañeda, 1999). Los deseos son proyectados hacia afuera y depositados en los demás. La homofobia internalizada hace que la homosexualidad se vista de estereotipos, la transforma en parodia, chiste y sobretodo en violencia.

Entre las iglesias cristianas existe una gran diversidad de opiniones y prácticas en relación a las personas homosexuales. La mayoría de las denominaciones cristianas, y muy especialmente las mayores de ellas, la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa rechazan de plano la práctica de relaciones homosexuales basándose en la tradición cristiana al respecto, como asimismo en la interpretación tradicional y literal de los textos del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento sobre el tema. Otras vertientes cristianas también rechazan cualquier aproximación no condenatoria al tema de la homosexualidad, entre ellas destaca la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y las denominaciones evangélicas adheridas al movimiento del fundamentalismo cristiano.

La existencia de obispos gais en la Iglesia Católica, la anglicana y otras tradiciones es una cuestión históricamente documentada, aunque jamás, hasta muy recientemente, considerada lícita por ninguna de las denominaciones cristianas. La actividad homosexual se realizaba en secreto. Cuando se hacía pública, la respuesta oficial podía variar desde la inacción hasta suspensión en el ejercicio de los cargos ligados al sacramento del orden.

La película polariza frecuentes momentos de luz radiante y de oscuridad. Los mismos en ocasiones son simbolizados con el encendido y apagado de velas. Para la Iglesia Cristiana las velas simbolizan la luz del mundo en momentos de oscuridad.
Para Mejía-Iturriaga, la Iglesia es una estructura de poder que goza de por sí de privilegios legales, económicos y de impunidad. Desde esa visión en la última escena de la película la iglesia intenta ofrecer un espacio de “liberación” desde una posición de sometimiento, de manipulación y de abuso en general desde una óptica de una autoridad incuestionable. Es en ese espacio en donde se aprecia un claro movimiento de “liberación” y en donde Jack se sostiene adecuadamente.

José Rodríguez, periodista español experto en temas religiosos, realizó una investigación para obtener conclusiones estadísticas sobre la conducta sexual del clero católico que publicó en su libro La vida sexual del clero, Rodríguez encontró que entre los sacerdotes en activo, “95 por ciento de ellos se masturba y 60 por ciento tiene relaciones sexuales”. Dentro del grupo con vida sexual activa, “53 por ciento prefieren mujeres adultas y 21 por ciento varones adultos”. Esto significaría que 74 por ciento de los religiosos con vida sexual activa no cometen delitos contra menores… quedando 26 por ciento que sí entra en la categoría de pederastas. Según Rodríguez, siguiendo con las estadísticas del grupo sexualmente activo, “14 por ciento tiene algún acercamiento sexual con menores varones y 12 por ciento con menores mujeres”. Es importante hacer énfasis en un dato que el gran público (esto es, los no especialistas en sexología) pasa por alto a la hora de sacar conclusiones: “El hecho de que un pederasta cometa abusos contra un menor varón no significa que su preferencia sexual sea homosexual, lo único que indica es que está ejerciendo una relación de poder de tipo sexual sobre una víctima que se encuentra dentro de su dominio”. Esto mismo sucede en cárceles, ejército, internados o incluso familias. “En 26 años de carrera he atendido a muchos niños que han sido objeto de abuso por heterosexuales”, porque los pederastas abusan principalmente “de infantes cercanos a ellos”.

El despertar de las acciones fatales cerca de Max, Jack mantiene la cabeza gacha y espera su hora confortado por las cartas de amor y apoyo de Martin. Con el final de su condena en la vista Jack se alista para una nueva vida y un nuevo comienzo con Martin. Por fin podrá liberarse.

Muchas de las actuaciones que se plantean no sólo intentan poner fin a la discriminación sino que pueden ser un modo de expresar y al mismo tiempo de rebelarse ante las heridas simbólicas experimentadas.Se opera un cambio en Jack, hay indicios que demuestran que está parado en otro lugar. Pareciera que es el momento de “liberarse” y no precisamente por no estar encarcelado. Parece que ya no lo atrapa la sociedad, se salió del guión de la Iglesia. Cuando ya recorrió una y mil veces el laberinto del pecado todo parece reducirse a un círculo vicioso, la culpa ya no le alcanza. Todos esos intentos por recomponer a su yo ya no le funcionan, su existencia yoica se ve atravesada por el deseo y enfrentada a su inconsistencia.
Ahora que reflexiono me pregunto si como terapeutas estamos haciendo lo suficiente para que muchas personas confundidas puedan encontrar la luz del entendimiento y dejen de lamentarse por su suerte y empiecen a hacer algo por sus vidas.

Release no solo trata de la liberación sexual, se trata de una liberación total del individuo. Se trata del amor que es incondicional, que conduce a una liberación que desafía las emociones de todos. Es sobre el amor, es una historia de amor y es sobre el miedo, el prejuicio, la ignorancia y sobre todo de la inocencia.
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