domingo, 15 de agosto de 2010

Por las calles de Antigua y el abandono esperado de la psicología


Hace unos días tuve el placer inmenso de caminar por un país que jala de sus pelos al tiempo y como no? por una ciudad en el que este se detuvo.

Y es que la Ciudad de Antigua en Guatemala es magia, un atentando para los sufridos amortiguadores de los carros y todo un bofeteo a la psicología y porque no, el lugar donde se diluye el ya casi imperceptible lugar del psicoanalista.

Y es que en mi mágico recorrido luego de kilómetros caminados, unos miembros de una mara despistados (esto me hace sentir orgulloso, aunque creo que fue suerte) y una comilona de canillitas, vine a topar con la foto que se encuentra acá y sirve como prueba de esa experiencia religiosa y preocupante.

En esta imagen se muestra el anuncio fuera del consultorio de la Licda. María Eugenia Díaz, en el mismo se consigna su especialidad en Psicología y Terapias Alternativas. La pregunta que me invadió acompañada de una fea sensación fue: Eso somos? Sómos una simple terapia alternativa más?

Es que lo que yo hago es diferente de leer una ouija, es qué tratar de entender el inconciente es como recetar aguas de homeopatía. Cúal será acá la noción de ciencia? y no me refiero a Guatemala, sino a la psicología en general y al psicoanálisis en particular.

Y la respuesta esperanzadora, y la única que tengo en este instante, es que el error no está ubicado en las ciencias psi, sino en el discurso de un amo que nos ha reducido a eso. El acercamiento clínico está plagado de un discurso medicalizante y medicalizado, para el doctor somos una alternativa mas.

Al menos eso son los psicólogos, los psicoanálistas o los que tratamos de acercarnos al mismo, somos no solo una terapia alternativa, sino una terapia alternativa desesperada, algo que se hace luego de que los consejos del mejor amigo han fallado, luego de que el cantinero se cansó de escucharnos y cuando la bruja ya no funciona.

Será este nuestro lugar? Y la muerte del psicoanálisis será cierta, y será muerte o será suicidio?

Por las calles de Antigua