miércoles, 17 de septiembre de 2014

Variaciones de un dios profundamente enfermo

 


Fruto de una violación, la ninfa Liriope tuvo un niño llamado Narciso. La belleza del joven lo hizo ser pretendido por mujeres y hombres, a todos los cuales se negó. Cuando tenía 16 y mientras cazaba, la ninfa Eco se enamoró de él, pero su naturaleza le impedía hablarle y había sido maldecida con repetir siempre la última palabra que escuchaba.

Eco fue desairada por Narciso, y vagó dolida y amando con mayor intensidad, su cuerpo se puso flaco y perdió su belleza, sus huesos se hicieron piedra y el sonido de su voz repitiendo la última palabra que escucha es lo único que queda. Pero Eco no había sido la única despreciada, se elevó al cielo la petición para que Narciso sufriera la maldición de amar sin poderse adueñar de lo que amara. Temis la escuchó y concedió el deseo. 

Narciso se acerca a una fuente a beber y cuando lo hace mira su propia imagen, se queda pasmado ante su cuerpo, sus ojos, su cabello, su boca, su piel; se desea a si mismo y cuando trata de besar y abrazar su imagen ve que es sólo un reflejo, entonces deja de comer y dormir, pasa el tiempo mirándose con ansia insaciable, y sigue viéndose hasta que muere.

Sus últimas palabras son repetidas por Eco y Narciso sigue contemplándose en la Estigia; cuando se acercan para quemar su cuerpo encuentran en su lugar una flor de pétalos blancos.

A nivel psicoanalítico hay dos narcisismos: el primario, que es cuando el niño busca satisfacer sus necesidades, el niño se toma como objeto de amor, es como si el mundo girara alrededor de ellos. El narcisismo secundario, implica básicamente que tenemos un monto de energía, ese monto se lo dirigimos a un objeto. El equilibrio sano es un proceso de ida y vuelta de esa energía. Digamos un darse mutuo hacia cosas, estructuras y personas.

Una teoría habla de la figura de dios como la de un padre, un padre interiorizado, veamos una de las características que tiene este padre, como es interno está muy cargado, debe reunir en si un exceso de todo. Una personalidad narcisista padece de sentimientos de grandeza, como dice en Exodo 20: 2-5 “Yo soy el señor tu Dios. Yo te saqué de Egipto, del país donde eras esclavo. No tengas otros dioses además de mí. No te hagas ningún ídolo, ni nada que guarde semejanza con lo que hay arriba en el cielo, ni con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni los adores. Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación” Acá es obvia la ecuación de te hago para que me agradezcas, mira lo que te di, agradéceme. 

El narcisista necesita ser admirado, el no serlo provocará una herida en su frágil personalidad que terminará como una depresión: Deuteronomio 10:17 dice: “Porque el Señor tu Dios es Dios de dioses y Señor de señores; él es el gran Dios, poderoso y terrible, que no actúa con parcialidad ni acepta sobornos”. El dios de la biblia es sumamente frágil y sensible, vean por ejemplo la forma en la que se enfurece por el amor a la fruta de una pareja de adolescentes desnudos y la forma en la que crea el escenario para sacrificar a su hijo, en el primer caso era desobedecerle a él y en el segundo era la muerte de un tercero. Un Narcisismo tan grave como en este caso no le importa el Otro.

El narcisista no deja pasar la oportunidad de humillar o superar al Otro: “Yo endureceré el corazón de Faraón, y os perseguirá; pero yo manifestaré mi gloria a costa de Faraón y de todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy el Señor. Así lo hicieron." Éxodo 14:4.

También lo podemos ver en Deuteronomio 10:17 “Porque el Señor vuestro Dios es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas ni admite soborno."

El loco de los cielos:


Existía en la antigüedad la ecuación de problema mental=espíritu, incluso los judíos hablan de dos vasos en los oídos por donde entra la vida y la muerte, siempre que se habla de la presencia de dios esta se asimila a un gran viento. Viento que precede muchas de las manifestaciones divinas de la biblia.

Así que quien padece de un enfermedad tiene un contacto especial con un mundo arcano, el loco en la antigüedad no es un enfermo, sino un poseso.

El dios de la biblia es un personaje cuyas manifestaciones son nefastas y preocupantes, en el diluvio mata a mujeres embarazadas, ancianos y niños. Todo porque se arrepintió (Génesis 6:6), aunque el mismo había inspirado la frase de que jamás se arrepentía (Números 23:19).

Es preocupante la forma en la que cambia de opinión, o la forma en la que relaja sus reglas, por ejemplo castigando la conducta sexual (así lo interpretan) de Sodoma y Gomorra, pero permitiendo que las hijas de Lot se acuesten con su padre.

Moral y dios
Thomas Jefferson dijo: “Si hacemos una buena acción simplemente por amor a Dios y el convencimiento de que ello Le complace, ¿de dónde proviene la moralidad del Ateo?... Su virtud, pues, debe haber tenido otro fundamento que el amor de Dios.”

Existe un elemento ineludible en la vida de todas las personas, este elemento es el daño, cada sociedad ha sostenido una serie de costumbres que buscan el no causar daño innecesario, precisamente el origen de la palabra moral es el latín moris que significa costumbre.

Ahora pensemos de donde nace esta costumbre, tal y como ha sido demostrado por los etólogos a través de diferentes investigaciones, los animales sociales deben llegar a convenios intraespecie que aseguré que la supervivencia ha de ser mayor. Así que existen elementos propios de la especie que dice que todos nos cuidamos a todos.

Cualquier ser humano, como animales sociales que somos y con la ventaja del lenguaje articulado y complejo, va a reaccionar de forma instintiva a las necesidades de otros miembros de nuestra especie, o aún de otras especies. No necesitará un libro que le indique como libro de instrucciones lo que debe hacer, ya la evolución se encargó de programar en nuestros cerebros lo que debemos hacer.

A menudo se escucha el comentario que dice: cómo puede ser un ateo moral sino cree en dios? La respuesta es que el hombre no necesita a dios para ser moral, está en la naturaleza, por el contrario una persona que diga que lo que evita que sea un asesino en serie es que cree en dios es preocupante. Porque no mata porque sea bueno, sino por temor al castigo.

Esto específicamente es alejarse de la moralidad. La moralidad es un concepto para ayudarnos a vivir mejor, pero no es algo inamovible, por ejemplo recordemos los dilemas morales: Un tranvía descontrolado se dirige hacia cinco personas. Usted está en un puente sobre la vía y podría detener el paso del tren lanzando un gran peso delante del mismo. Mientras esto sucede, al lado suyo sólo se halla un hombre muy gordo; de este modo, la única manera de parar el tren es empujar al hombre gordo desde el puente hacia la vía, acabando con su vida para salvar otras cinco. ¿Qué haría usted?

Usted y su familia viven en un pais muy pobre. Se acabaron sus ahorros, no tienen alimentos y su familia muere de hambre. Un día, usted está tratando de encontrar algún tipo de comida para alimentar a su familia, cuando algo sucede. Usted encuentra un gran saco lleno de dinero que ha caído de la parte trasera de un camión. ese dinero sería una fortuna para su familia, pero hay un inconveniente obvio. Ese dinero obviamente pertenece a otra persona, y utilizarlo para su familia sería robar. Usted podría pedir un favor a su propietario, pero es seguramente no le creerá que es para su familia, entonces.. Devolvería el dinero, o lo tomaría para usarlo para su familia?

Usted es un paramédico que se dirije a ayudar a un niño agonizante que sufrió un accidente de coche. En el camino, un ser querido, que usted ama mucho, sufrió un accidente también y con asistencia médica puede que sobreviva. Sin embargo, si va a ayudar a su ser querido, puede que el niño muera y la otras ambulancias seguramente no llegarán a tiempo para ningun caso. ¿Usted qué haría: iría a ayudar a su ser querido o al niño? 

Y es que precisamente la moral pasa por lo racional, a medida que la capacidad cognitiva de un sujeto cambia con la edad de la misma forma lo hace la respuesta a estos dilemas.

Las prohibiciones de matar o la de robar existían en las civilizaciones mucho antes de la biblia o los israelitas, incluso en culturas lejanas de estas influencias. Me beneficia si trato a mi vecino con delicadeza, eso aumenta la probabilidad de que él me trate bien también. Yo ayudo porque eso aumenta la probabilidad de que me ayuden. No mato porque eso aumenta la probabilidad de que no me maten. No robo porque eso aumenta la probabilidad de que no me roben, etc.

Confucio lo expresó 500 años antes de Cristo “No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti”. Una posición más moral que ahogar hombres, mujeres, niños y animales, todo porque alguien se arrepintió de lo que hizo. La primera (Confucio) posición implica no hacer daño, la segunda implica dañar para solucionar las cosas.

La moral atea:
La postura atea ofrece una ventaja, los ateos somos morales porque hemos llegado a la conclusión de que es lo más inteligente, no como forma de utilización, sino de convivencia, no estamos confundidos por el fatalismo de la voluntad de dios, por el pesimismo del pecado nos hace sufrir, por un sufre acá y disfruta de un cielo mañana que nos lleva a aprobar la injusticia, o por el orgullo de sufrir por Cristo. Es nuestra única vida y tenemos que ser responsables de lo que hacemos.

La madre Teresa dijo: “Pienso que el sufrimiento de la gente pobre es de mucha ayuda para el mundo”. El ateo dice que hay que acabar con las desigualdades de la gente pobre y evitar que esta sufra. No existe en la biblia un reconocimiento al derecho inalienable de los seres humanos, no existe en la biblia un reconocimiento a la vida, hay un mandamiento que dice no matar y luego dios se suelta a matar gente o a ordenar que mueran. En la biblia los seres humanos son pecadores que deben ser condenados, esclavos que deben someterse, son simplemente máquinas de alabar… Incluso Jesús hablaba de esclavos en sus parábolas y no criticaba la esclavitud, sólo los mandaba a no golpearlos con severidad; no importa que las traducciones “políticamente correctas” hable de sirvientes, lo cual no lo hace menos terrible.

martes, 2 de septiembre de 2014

Muriendo de Hambre Hoy y Subiendo al Altar mañana: La culpa y sus dividendos

Quiero hablar de un tipo específico de anorexia, no es la anorexia claramente relacionada con lesiones de la pituitaria[1], o el efecto secundario de un medicamento.  Me refiero a la anorexia nerviosa, tal y como es descrita en el DSM:

·         La persona rechaza el mantener el peso normal para su edad, trata de mantenerlo más abajo, generalmente un 15 %, aunque pueden darse extremos.

·         Miedo intenso a ser obeso (aun estando por debajo de su peso normal)

·         Alteración de la percepción del peso o la silueta

·         Amenorrea (ausencia de al menos tres ciclos menstruales, o cuando aparece la menstruación sólo con tratamiento hormonal)

·         En casos avanzados aparece un vello suave en el cuerpo, llamado lanugo

Esta enfermedad de por si complicada de tratar, adquiere la categoría de virtud, cuando se trata de ciertas santas católicas, algunas seriamente enfermas, pero elevadas a los altares.  Siempre se ha dicho que la anorexia es un subproducto de una cultura que ensalza imágenes de cuerpos estilizados, irreales en muchas culturas, o de las “religiones de la comida”.

Pero qué pasa cuando la enfermedad recibe la sanción eclesiástica y sus síntomas son símbolos de virtud y recato.  Santa Teresa de Ávila, por ejemplo, usaba una ramita para provocarse el vómito y así recibir la ostia sin miedo a rechazarla porque tenía el estómago lleno.

Y es que esta “santa anorexia” es el producto de un deseo de liberación de la mujer de una cultura eclesiástica completamente falocéntrica[2], básicamente la idea acá sería: no necesito de un hombre para comunicarme con dios, yo a través de mi síntoma puedo comunicarme directamente con él.  El ser sierva de dios es no ser sierva de ningún hombre, el conquistar (eso creían) mis deseos sexuales, el dolor o la fatiga era ser ama de sí misma.

Por ejemplo, la doctora de la iglesia, una de las más famosas anoréxicas:  Santa Catalina de Siena (Catalina Bonincasa), se casó con Jesucristo, el cual usó la piel cortada de su prepucio como anillo de bodas, y recibía, como esposa que era, comunicaciones directas.  Ella hacía penitencias tales como meterse espinas en la garganta para no comer o vomitar, o vencía el asco tomándose la pus de los enfermos.  Pío XII la declaro santa en 1461, Pablo VI la declaró doctora de la iglesia en 1970 y Juan Pablo II la nombró una de las santas patronas de Europa en 1999.

Otro elemento importante acá y que ha sido terriblemente productivo para la religión en especial la católica es la culpa.  Catalina Bonincasa fue la hermana 24 de 25 hermanos, su gemela sobrevivió unos meses (Giovanna), es conocido como existe un porcentaje de culpa que es arrastrada por los sobrevivientes. Años después su hermana mayor (Bonaventura) fallece mientras da a luz (1362), cuando Catalina tiene alrededor de los 15 años; a partir de acá, su familia enfila sus baterías al matrimonio de Catalina. A Catalina la quieren casar con Niccolo Tegliacci, el viudo de su hermana.  Cuando tiene 16 muere su hermana Nanna. Y su madre enferma y muere poco después.

Catalina le dirige una oración a dios:  Padre, esto no es lo que me prometiste, me dijiste que toda mi familia sería salvada. Ahora mi madre ha muerto inconfesa; te pido que me la devuelvas.  Esto es lo que quiero y no me moveré de acá hasta que no lo hayas hecho.

En el inconciente de Catalina ha ocurrido la muerte de las rivales edípicas, esto implica la satisfacción de un deseo pero también la culpa que trae este deseo aparejado, porque se trata del prohibido incesto.  Ya antes de esto la habían tratado de casar a los 12 años, Catalina se cortó el pelo y fue castigada por sus padres.

Sus padres terminaron “entendiendo” la actitud de Catalina y permiten que siga su romance con Jesucristo, le devuelven su cuarto privado donde Catalina se encierra 3 veces al día a flagelarse, una por sus pecados, la otra por los pecado de los vivos, y la otra por los pecados de los muertos.

A partir de los 16 años, la alimentación de Catalina es completamente austera, pan, agua y vegetales crudos, básicamente.  A ella nunca le gustó la carne y ahora incluso le repugna su olor.  Llamo la atención sobre esto porque tenemos una relación clara entre matrimonio, flagelación, carne y sexo.  Ya apuntada por Freud, por lo que no me detendré.

Es preocupante la forma en la que la culpa apuntala a la religión desde del principio de la misma.  Siguiendo la teoría, esta pobre mujer, cuya enfermedad la elevó a los altares, debe haber sufrido un fuerte trauma.  Viendo la sintomatología y la forma en la que el cuerpo habla por ellas, uno podría suponer que se trata de un trauma posiblemente sexual.

Si revisamos la vida de Catalina, nunca se discutió al respecto, el interés de la iglesia estaba en declarar si estas manifestaciones eran de dios o del diablo.  Precisamente se rescata el elemento de la mujer que habla mediante el síntoma en una sociedad que no se lo permitía.  Lastimosamente el sufrimiento, la culpa y la enfermedad mental siguen menudeando en los santos modernos, como la terriblemente perversa Agnes Gonxha Bojaxhiu.



[1] La enfermedad de Simmonds, descrita en 1914, implica lesiones destructivas en la pituitaria.
[2] Modelo social en la que se privilegia lo masculino como aquello que otorga sentido

miércoles, 18 de junio de 2014

Con dios me acuesto, con dios me levanto, con otros es pecado…


El sexo suele ser algo que horroriza a la iglesia católica, así que  aproximadamente 300 años luego del nacimiento de la iglesia, años más, años menos, un grupo de curas de alto rango decidió que la mejor forma de servir a dios era mediante la negación de la carne, y hacerse célibes.  Optando así por la represión; mecanismo de defensa, que por definición, está condenado al fracaso.

El mecanismo típico de la represión es como se sigue:  un contenido no aceptado o aceptable, debido a su contenido sexual o moral, es llevado a las profundidades del inconsciente, eso no lleva a ver, como decía Freud, que todo lo reprimido es inconsciente, aunque no todo lo inconsciente es reprimido.

El imaginario social ha aceptado, sin embargo, que el cura tiene una especie de visto bueno divino que implica que la sublimación será automática, una especia de concesión divina que se da por sentado…  Aunque el fracaso de la misma a escala vaticana es evidente

La sublimación implica por su parte que existen deseos que se convierten en algo inocuo, es decir que lo impuro se va por vías de mayor pureza.  Entonces el cura ya no tiene sexo, si no que toda esa energía se va en ayudar a la gente… en teoría.  Como dice la canción de Garfunkel and Oates:  “Thanks god I´m holy”, que vendría a significar, gracias a dios que estoy bendita, pero también su pronunciación se acerca a la expresión gracias a dios que tengo hoyos.

De poco vale que Vergoglio se desgañite ensalzando el celibato, la cruda realidad es que los curas mantienen una vida sexual activa, y que, sospecho, esa represión, mantiene altos niveles de neurosis entre las castas sacerdotales.

Y es que basta con escuchar las expresiones trasnochadas de muchos curas para darse cuenta de que el asunto es grave.  No es casual que dios mantenga esa preocupación obsesiva y enfermiza sobre los y las compañeros y compañeras de alcoba de la gente.  Al fin de cuentas es creación de los hombres y dado que sus representantes tienen semejantes rollos sexuales, pues él los tendrá.  Y es que si piensan, a dios no le importa que niños mueran de hambre, le preocupa que los judíos no se corten el prepucio.  Es algo así como un urólogo cósmico…

viernes, 21 de febrero de 2014

Nostra Maxima Culpa, las culpas de una iglesia pedófila

Hemos hablado de Dios, de la Iglesia, de la humanidad de hoy y, sobre todo, del hecho que la Iglesia somos nosotros mismos y que en este camino debemos colaborar todos
Benedicto XVI


Imagino que mucha gente conoce el documental Mea Maxima Culpa, de ahí sale el título de este post. Durante años la iglesia católica ha tratado de mostrar que los escándalos en los que a menudo se ve en vuelta, no son los miles que se reportan sino un puñado insignificante que, según ellos, de ninguna manera entorpece la monumental obra social que realizan, algo así como “bajas aceptables”, por ejemplo hablan de 42 condenas en 50 años, y que el mal accionar de un puñado de curas no puede disminuir la labor de cientos de miles por el planeta.

Claro que el asunto se les complica cuando vemos que miles de estos casos no llegan a juicio, cuando se les recuerda que la arquidiócesis de Boston se fue a la quiebra luego de pactar muchos casos (más de 42 sin duda) y gastar muchos dólares.

El asunto es como se maneja la culpa, si pensamos en la complicidad esta es una figura que envuelve a la persona sin cuya cooperación no se hubiera cometido el delito, se divide en dos: el cooperador necesario; que es el sujeto sin cuya cooperación el delito no se hubiera efectuado; y el cómplice propiamente dicho, es decir, el sujeto que es aquel sin cuya cooperación no se hubiera cometido el delito. Para poder hablar de complicidad debe hacer concurso de voluntades, es decir un acuerdo antecedente (anterior al hecho), concomitente (durante el hecho) y subsiguiente (acuerdo para que el comete el crimen actúe a posterior.

Si la iglesia católica, y según sus principios, entiendo como tal a todos los feligreses, ha conocido previamente el actuar de algunos de sus curas a la hora de abusar sexualmente de niños y niñas, sabiendo incluso que algunos de ellos presentaban actitudes pederastas desde el seminario, cumple con el requisito de ser antecedente, si ha mantenido en sus puestos a los curas implicados, permitiendo que lo sigan haciendo y culpabilizando a las víctimas en su intento de aparecer como santas palomas, cumple con el requisito de ser concomitente, y si en lugar de llevar al implicado ante las autoridad o al menos dejar que las autoridades investiguen, colaborando con ellos y abriendo sus archivos, los cambia de parroquia para que sigan en lo mismo, cumple con el requisito de ser subsiguiente. Si un feligrés da dinero a esa iglesia, entonces ayuda a mantener este sistema. Por lo tanto no se daría el hecho si el feligrés con su dinero, trabajo y apoyo no lo hiciera posible, así que sería moralmente cómplice. Aunque legalmente no lo sea, porque no todo lo legal es justo…

Cuando el cura abusador manipula su realidad, o piensa que su santidad lo resguarda de lo perverso estamos frente a una vertiente psicopática, el daño social que produce nos ubica en una vertiente sociopática, es decir que el cura abusador reúne en uno sólo dos características de lo criminal.

Por lo tanto la culpa viene del afuera, de la mirada, porque el autor, al estar ubicado en lo psicopático lleva la culpa a la no existencia. Si acaso siente culpa, siente que traicionó algún principio de mater et magistra o de su sacerdocio, no siente culpa por hacer hecho pedazos la vida de una niño. Por otro lado la mayoría de los fieles se ubica del lado neurótico, en el mismo el placer se paga caro, se sufre, se accede al goce a través del dolor y la culpa. No sería entonces el cura abusador el lugar desde el cual se puede vivir un goce sin tener que sufrirlo. No sería el cura abusador una muy necesaria satisfacción vicaria?

Cumple el cura abusador con otro requisito, la marca de la perversión, donde se goza de manera directa, el goce es impulso que todo lo embarga y la supremacía. Ni siquiera el mandato del padre muerto elevado a dios es suficiente. En el neurótico el acceso al goce es indirecto generalmente, en primer lugar es la satisfacción del síntoma, el beneficio primario de Freud, la representación pulsional que adquiere una muy supuesta pureza, suficiente para el superyó, en el abuso al niño vuelve el deseo de lo reprimido, vuelve la postura que vemos dibujada en “Pegan a un Niño” de Freud. Por eso el creyente escribe insultos como respuesta, por eso se engaña, por eso opone la inocencia de algunos frente a la culpabilidad de otros. Es este un obvio mecanismo de defensa? Pero por definición el mecanismo de defensa fracasa, quizá la imparable caída de la iglesia católica sea un símbolo del fracaso…

Expone Lacán que el neurótico se angustia ante el deseo del Otro, por motivos harto conocidos no explicaré esta transformación en angustia, en especial porque ya lo he hecho en otros post, así que satisfago el deseo de hacer que la gente lea. Por eso el cura abusador no necesita de la religión, no necesita del jefe en Roma, de los trajes caros, de la vida lujosa o de su dios; su complemento natural es el fiel complice.

Esto da harta cuenta de la necesidad del hombre de crear una religión y por consiguiente de inventar a dios.