jueves, 7 de julio de 2011

Mi concepto de pulsión


Deseo que este post cumpla dos objetivos, en primer lugar servir como mi regalo de cumpleaños intelectual a un amigo de lejos, futuro colega, un hijo mental y en segundo lugar quiero dejar claro mi concepto de pulsión. Por tal motivo trataré de explicarlo de la forma más sencilla posible recurriendo a lo que una colega llama el psicoanálisis tropical.

Todo psicoanálisis (incluso es condición “sine qua non” para ser considerado de esta forma) basa su análisis en presupuestos metapsicológicos. La metapsicología abarca aspectos tópicos (consciente, inconsciente, preconsciente), dinámico (pulsiones) y económico (monto energético de las representaciones pulsionales), algunos analistas le agregan además la parte estructural (yo, ello, superyó), sin embargo Freud no incluía este último.

A lo largo de los años, he visto como muchos colegas piensan en pulsiones que salen, que van y que vienen, yo por mi parte disiento por completo de estas opiniones.
Freud define la pulsión como algo fronterizo entre lo psíquico y lo somático, es una representación que vienen de adentro y alcanza el afuera.

Nos ha pasado que decimos que sentimos hambre, pero lo que queremos comer es algo específico: …tengo hambre de algo dulce.

Vamos a analizar este párrafo, se trata acá de una representación pulsional, haremos la diferencia con el estímulo, este implica una fuerza que viene de afuera y se basa en el principio de constancia que significa que el Sistema Nervioso se quiere mantener libre de estímulos. La pulsión viene desde adentro y es un esfuerzo constante (Drang), esta hambre de algo dulce no es entonces un estímulo.

Para cancelar el hambre mencionada yo necesito por lo tanto la satisfacción de la fuente de esta (que es interna) y esto solo se puede alcanzar modificando la realidad (en sentido lacaniano) de acuerdo a las metas pulsionales (Ziel). La pulsión se basa por lo tanto en el principio del placer, que es básicamente así: el exceso de la excitación de órgano (en este caso del estómago) produce una sobrecarga, lo que se va llenando produce

displacer, yo necesito algo que lo libere, esto es necesito producir placer. Como se puede ver, entonces el principio del placer y el principio de Constancia son mutuamente excluyentes.

Esta satisfacción pulsional se apoya en dos cosas: la primera experiencia del placer (cuando nos amamantaron por primera vez por ejemplo) y la parte biológica (nadie niega que el hambre tenga un trasfondo biológico, pero su cancelación sería simplemente el poner comida en el estómago, y esto no suele suceder así) todo esto está ligado a la conservación, así que las primeras pulsiones para Freud fueron las de conservación. Con el tiempo pensó en la existencia de pulsiones en las que simplemente el sujeto era un vehículo del semen y las llamó pulsiones sexuales. Más adelante entró en la división de pulsiones de vida y pulsiones de muerte, no explicaré esto porque complicaría demasiado el panorama. La búsqueda del placer pulsionalmente basado es algo que se repite y se repite, esto es a grosso modo la compulsión a la repetición.

Vamos a explicarlo en palabras sencillas: el niño siente hambre (principio de conservación), no hay pecho a la vista, así que se chupa el pulgar. Pasaron acá dos cosas, primero que lo que estaba apoyado en la conservación se convirtió en una pulsión y segundo que el objeto de la pulsión (Objekt) pasó de ser el pecho a ser el pulgar. Cuando la pulsión se independiza, porque abandonó el principio de conservación se convierte en una pulsión parcial, por ejemplo una pareja está teniendo relaciones sexuales, el fin es la descarga a través del coito, pero antes de esto juegan y se besan, estos besos y juegos activan zonas erógenas, osea es parcial, el placer que se obtiene sería lo que Freud llamó una ganancia de placer, si está centrada en una parte del cuerpo es autoerótica, un ejemplo podría ser a grosso modo la masturbación. A medida que pasan los años el adulto come cada vez que siente una tensión de órgano, como cuando se come por ansiedad, es decir trata que esto se repita.

Ahora pensemos un poco en la fuente de la pulsión, no hablamos de una geografía anatómica, sino de una geografía libidinal. Digamos que la madre
toma al niño y lo baña, mientras le pasa el jabón toca el pene del niño, entonces hay una estimulación (basada en lo fisiológico), con el tiempo la tensión de órgano del pene se convierte en una pulsión que sería cancelada con la motilidad, por ejemplo el hombre que se estresa y se masturba. Ya la mamá no baña al adulto (en circunstancias normales) así que esto tiene que ser resignado, cuando lo resignado vuelve de esta forma hablamos de una fijación, una fijación es cuando se crea un lazo íntimo con el Objekt. El objeto es lo más variante de la pulsión. La pulsión necesita moverse a través de agujeros, las zonas erógenas son agujeros en el cuerpo.
Freud fue muy claro al afirmar que la pulsión no puede alcanzar el nivel consciente, que existen representaciones de esta que son las que salen, la pulsión vendría a ser como un pequeño sol pero nos damos cuenta que existe por el calor y la luz que produce.

Así que el término representación pulsional debería de usarse muchas veces en lugar de pulsión, pero la costumbre, los convencionalismos y hasta malas traducciones de las obras de Freud han impuesto el término aún mal usado.
Si lo pensamos es bastante lógico, por ejemplo la represión no se da sobre una pulsión, ésta carece de contenido, es simplemente energía producto de una tensión que busca una descarga. El superyó actúa sobre algo que si tiene contenido, es decir actúa sobre una representación.

Hay una canción que se dice “Ódiame por favor yo te lo pido, ódiame si medida ni clemencia, odio quiero más que indiferencia, porque sólo se odia lo querido…” Esto muestra que a veces la representación pulsional busca lo contrario, es decir que el amor y el odio no son opuestos, son solamente caras de la misma moneda. A veces pasa que se trasforma la pasividad en actividad, como en el par sadismo masoquismo.
En este par podemos ver también otro fin, el masoquismo es sadismo vuelto hacia uno mismo, es decir una vuelta hacia la propia persona, hubo un cambio de Objekt, pero se conserva el mismo Ziel.

También tenemos la represión que no explicaré acá. Y la sublimación, digamos que es una forma de alcanzar un Ziel pero sin represión y la concomitante producción de neurosis.

El mejor ejemplo es la pulsión epistemofílica cuya explicación se encuentra en el ensayo de Freud: Análisis de un Recuerdo Infantil de Leonardo Da Vinci. Devuelvase al inicio querido (a) lector (a) y digame si en la foto se ve una imagen de extasís místico, de dolor o de placer sexual...

Muchas teorías psicoanalíticas han dado más o menos importancia a la teoría pulsional, casi al punto de la desaparición, unos se centran en el lenguaje, otras en el apego, otras en el objeto, sin embargo he querido exponer la visión ortodoxa de la pulsión

martes, 18 de enero de 2011

Hitler - Freud: La Caída del Padre?

Adolf Hitler nació en 1889, hijo de una sufrida mujer llamada Klara y de un empleado de aduanas llamado Alois. El doctor de la familia Hitler era el judío Ernest Bloch, un judío a quien Hitler no olvidó y que a quien incluso arreglo se le otorgara un salvoconducto para que pudiera huir a Suiza; según se cuenta… el pequeño Hitler comenzó a presentar frecuentes pesadillas (solía soñar con monstruos, caídas en abismos profundos y negros, persecuciones con fantasías masoquistas y una conducta anormal que hizo que Bloch lo remitiera a un colega: Sigmund Freud. (Freidemberg, S.A.).

Corría el año 1895, Hitler, a la sazón de 6 años, era quizá testigo de la recomendación que Sigmund Freud diera a Alois, era necesario que el pequeño monstruo fuese internado, vale la pena aclarar que no existen evidencias de que el pequeño Hitler fuese un paciente asiduo de Freud, creo que se trata mas de una opinión o cuando mucho de una evaluación. He de aclarar que esto tiene más tintes de leyenda que de realidad, me comuniqué con el Doctor Harold P. Blum, MD, director de los Archivos Freud y según me comenta el doctor Blum no existe ninguna mención histórica al respecto. Sin embargo Marks (S.A.) citado por Freidemberg (S.A.) menciona la existencia de apuntes del doctor Bloch respecto a la referencia mencionada.

Mucho tiempo después (2010), en la subasta de Mullock´s en el Reino Unido se presenta una acuarela, que muestra una iglesia, con montañas al fondo y firmada A. Hitler 1910, lo mas sorprendente se encuentra al reverso, ahí se puede ver una leyenda que en italiano reza: “Studio Medico Sigmund Freud Vienne”. La pintura fue vendida a Mullock`s por un italiano que afirmaba que la había recibido de un americano que la había tomado del consultorio de Freud en Bergasse 19 en Viena. Quizá si era de Bergasse 19, de otro ocupante o quizá si era de Freud. (Bates, S.A.)

En 1910 el padre del psicoanálisis y Adolf Hitler coincidieron geográficamente, ambos estaban en Viena, el primero porque ahí desempeñaba su práctica, el segundo porque estaba tratando de ganarse la vida, sorpresivamente vendiéndole pinturas a judíos. Quizá se la vendió en la calle a Freud o uno de sus ayudantes. Hitler había fracasado 2 veces al intentar su entrada en la academia de bellas artes, específicamente entre 1907 y 1908, Hitler a la sazón de 18 años comenzó a manifestar mas claramente sus problemas psicológicos; vivió en esta ciudad hasta 1913, cuando se traslado a Munich. En su vida hizo unas 3000 pinturas, de las cuales se conservan unos cuantos centenares. (SIGMUND FREUD PUDO SER UN 'MECENAS' DE HITLER; Bates, S.A.; Freidemberg, S.A.).

Dice Marks que las causas de el desequilibrio de Hitler se encontraba en un padre que gozaba de la humillación de su hijo, por ejemplo, cuando a los 6, el niño Hitler intenta escapar desnudo de su casa se queda enganchado al saltar por la ventana, su padre lo oye y en lugar de descolgarlo trajo a toda la familia para que se burlara de él. A Alois no le convenía que Hitler fuera internado, se iba a descubrir el maltrato físico y el psicológico. (Freidemberg, S.A.)

Esto nos lleva a considerar cual es el papel que ese nombre paterno tiene para la inscripción y, lo mas importante, el futuro psicológico de Hitler. Recordemos el famoso Complejo de Edipo, no es necesario que me extienda acá en lo que consiste la famosa tragedia, de la gran mayoría ya conocida y de la minoría que en un buscador puede encontrar la respuesta. Lo si quiero dejar claro es que no hay Edipo sin padre, o sin al menos alguien que cumpla la función del padre. El padre interviene sobre muchas cosas, una de ellas es la importante función de prohibir a la madre. Desde Freud podríamos decir que esa relación con el padre es signada por el complejo de castración, precisamente en la relación odio – amor es que el niño entra al Edipo. (Fernández, 2008).

Si la función paterna es faltante o deficitaria el niño goza de más, acá el síntoma nos ofrece un signo, el niño goza lo prohibido. Hitler en este sitio, como el adicto, goza hasta morir de goce. (Calabresse, 1994).

El padre es una metáfora paterna, diría Lacán, es decir qué es el padre en el Edipo. Pero una metáfora siempre nos lleva a sentidos trastocados, en el Edipo (estructurado como metáfora) el nombre del padre sustituye al deseo por la madre. Un significante que sustituye a otro, la metáfora paterna es un significante que prohíbe el acceso a un objeto incestuoso y al hacerlo introduce la moralidad y por lo tanto la ley. (Fernández, 2008).

¿Será el deseo de Hitler un deseo histérico?, porque el deseo histérico es un deseo reducido a sostener el deseo del padre a nivel del Ideal. La histeria toma el deseo del padre y trata de sostenerlo. (Alamburu, 1999).

El síntoma no es otra cosa que un acto que se coloca fuera de la ley, Hitler rompe con la ley y se convierte en autor intelectual de un asesinado. Al enfrentar la ley invoca al padre, lo está buscando ahí donde falta, donde el nombre del padre no se convierte en garante de lo real. (Calabresse, 1994).

El niño además es un falo para la madre, un falo… no un pene. Es lo que viene a completar la ecuación, lo que construye una postura narcisista y construye una imagen de cuerpo, el niño debe ser un falo, pero también debe dejar de serlo, acá es el padre quien se encarga de separar esta diada. Pero quitar un falo es también una castración… el padre castra a la madre. (Fernández, 2008).

Hay que ser claros en que no se propone una ruptura, se propone un cambio de lugares, como diría Winnicott, 1971, citado por Fernández, 2008, el hombre no debe romper con la mujer y con el niño que lleva dentro.

El padre es quien reglamenta, pero la última palabra de autoridad queda en la sociedad actual del lado materno. El padre es una figura en crisis, es una función que admite o prohíbe, pero la madre es quien reglamenta, permite y escucha. (Calabresse, 1994).

Una trampa, porque ahí donde el padre muere o desfallece, se levanta el Ideal, y el Ideal es una trampa porque lo que mantiene es un vacío de deseo. El hijo que idealiza al padre, solo grita su amenaza detrás de la lisonja. Es una superficie que se atravieza a si misma: un fantasma. (Alamburu, 1999).

Es necesario que los psicoanalistas propongamos también la caída del padre, de nuestro padre Freud, es por eso que este artículo comienza sobre un chisme, porque los sentimientos de repulsa frente a los “chismes” que rodean la vida de Sigmund Freud pueden ser una fuente de niebla que viaja hasta los ojos del psicoanalista.

Bibliografía

Aramburu, J. (1999). Los Nombres del Padre y el Deseo del Analista. S.D. Accesado el 12 de enero de 2011

Bates, T. (S.A.) Did Freud Own a Hitler Painting? En http://www.aolnews.com/2010/02/16/did-freud-own-a-hitler/ Accesado el 12 de enero de 2011

Fernández, D. (2008) La importancia del padre en Psicoanálisis. En Revista Internacional de Psicología. Vol. 9 No. 2 En http://psicologiarevista.99k.org/La%20importancia%20del%20padre%20en%20Psicoanalisis.pdf Accesado el 12 de enero de 2011

Freidemberg, L. (S.A.) La Pesadilla de Hitler. En http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=209311 Accesado el 12 de enero de 2011

Calabrese, S. (1994) La caída del Padre en la Sociedad de Consumo. En Drogadicción y Educación. Tomado de http://saludypsicologia.com.ar/21/la-caida-paterna/ Accesado el 12 de enero de 2011

SIGMUND FREUD PUDO SER UN 'MECENAS' DE HITLER. En http://actualidad.rt.com/TiempoLibre/Curiosidades/issue_4396.html Accesado el 12 de enero de 2011

Hitler - Freud, La Caída del Padre