martes, 18 de agosto de 2009

Bullying: una propuesta de intervención

La violencia es un fenómeno social intrínseco a todos los países, las épocas históricas y las posiciones políticas. Sin embargo, dentro de la lógica que se vive en los diferentes lugares, las sociedades han optado por delegar parte de las funciones paternas y maternas en otras importantes instancias de socialización, siendo la educación secundaria una de ellas. (Granda, 2001).

Bullying es una palabra inglesa que significa intimidación y se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u otros.

Vamos a tomar para efectos del presente plan los conceptos de violencia primaria y secundaria. La violencia primaria se refiere a ese contacto con el mundo exterior, a la tirantez con una realidad que es siempre violenta, puesto que implica una movilización forzada de un lugar de satisfacción plena, como el vientre materno, a un lugar de displacer, una realidad que duele enmarcada por el hambre que se padece o el frío que se siente. (Madrigal, 2009).

La violencia secundaria se refiere a la violencia contra el yo, “…ya sea por un conflicto con otro yo o por un discurso social que se opone a los cambios en los modelos previamente instituidos. (Barraza, 1997; Cancio, S.F; citados por Madrigal, 2009, página de internet). El bullying se enmarcaría dentro de una violencia secundaria. Sin embargo el bullying se convierte en violencia que está oculta porque generalmente los (as) adultos (as) no se percatan que algún estudiante lo está sufriendo. Olweus, 1986, 1987, 1991, 1998, citado por Granda, 2001, define el bullying como la exposición repetida de un (a) alumno (a) a acciones agresivas físicas, verbales o simbólicas que lleva a cabo una o varias personas. En ocasiones el hostigamiento y la intimidación se pueden convertir el bullying, pero no puede considerarse como tal las conductas ocasionales y no graves dirigidas al (a) alumno (a). Es decir debe existir un desequilibrio de fuerzas, no son dos jóvenes de edades y capacidades similares que se pelean. (Granda, 2001).

Los criterios que definen el bullying son que se de en un tiempo prolongado, que la victima lo considere como algo prolongado y que le hace bastante daño y que el agresor (aunque lo justifique) considere que lo que hace es cruel. (Granda, 2001).


Los (as) estudiantes sordos (as) dada su situación de vulnerabilidad son propensos a sufrir varios tipos de violencia como parte del bullying o que en ocasiones no necesariamente se pueden ver como parte intrínseca de este: (Granda, 2001).
• Física (vandalismo y agresión).
• Oculta (acoso sexual y bullying).
• Verbal (insultos, apodos y amenazas).
• Simbólica (aislar intencionadamente. Promoción de rumores y calumnias).

Según las estadísticas lo más común es que el bullying sea obra de una sola persona y se escoja una sola víctima. Históricamente hablando sin embargo, en el esta institución y referente a la población sorda, lo común es que sea un grupo contra varios (as) sordos (as).

Entre las causas de esta discriminación hacia los (as) sordos (as) tenemos:

1. Causas distales : tenemos que la mayoría de los aspectos cognitivos y afectivos de una persona se encuentran insertos en la relación con los padres, esto se vivencia como una tendencia a repetir este patrón relacional en la relación con los demás, es lo Freud llamaría “compulsión a la repetición” (Freud, 1920, Granda, 2001).

Si tenemos que los padres de hijos (as) sordos (as) manifiestan, en su mayoría, importantes sentimientos de culpa y agresividad que se convierten en un deseo contrario y que se manifiesta por el cuido excesivo y la sobreprotección tendremos jóvenes que presentan una mayor sensibilidad a las actuaciones de otros (as) y que tomarían casi cualquier conducta que esté dirigida en apariencia hacia ellos como una manifestación de amenaza. (Madrigal y Porras, 2008).

2. Causas Próximas : Los (as) sordos (as) dado su problema de percepción son más vulnerables a mal interpretar lo que hacen los (as) otros (as) atribuyendo mayor ambigüedad a sus pares, y generando respuestas de menos calidad o mas agresivas, así como poco eficaces. (Granda, 2001).
También tenemos que los (as) jóvenes oyentes suelen pensar que el (la) sordo (a) por el mero hecho de serlo es más propensa al fracaso, o es tonto, o sostiene cualquier idea prejuiciosa en su contra, por lo que será más probable que los bullies dirijan su violencia contra los (as) estudiantes sordos (as), además la relación del adolescente sordo (a) suele ser con otros (as) sordos (as) lo que provocaría que fueran discriminados. (Granda, 2001; Madrigal y Porras, 2008).

Fromm (1975) opina que existe una “agresión benigna” que es biológicamente adaptativa y está al servicio de la vida (impulso de atarear o huir frente a intereses vitales amenazados) y una “agresión maligna” que se manifiesta como destructiva y cruel y no es biológicamente adaptativa. Según Fromm, esta es únicamente humana y brota de las condiciones de existencia. El bullying vendría siendo una manifestación de la violencia de una sociedad violenta, una miseria en cooperativa.

La posibilidad de violencia destructiva cada vez esta aumentando, el sistema social y económico muestra con claridad sus efectos sobre la familia, la sociedad, la persona, el pensamiento se hace superficial y utilitario, las emociones son primitivas, destructivas y manejables por medio de la sugestión masiva, el individuo se convierte en parte de la masa, funciones esencialmente humanas como el arte, la inteligencia activa, el conocimiento y la sana emotividad se limita a un relativamente pequeño grupo de personas. (Fromm, 1975).

Freud manifiesta que la agresividad es un elemento innato en el ser humano (a) y que este encuentra su raíz en factores de naturaleza sexual, siendo por lo tanto inevitable que este exista, sin embargo, si nos atenemos a los desarrollo psicoanalíticos, puede afirmarse que si bien es algo innato se encuentra anclada al lenguaje, por lo tanto, es precisamente en la palabra donde encuentra la fuente de su sublimación. (Freud, 1932; Granda, 2001).

Otro posible origen que no se contradice con la postura psicoanalítica clásica y que también se desprende de esta es el concepto de catarsis , donde la violencia sería una expresión repentina del afecto reprimido . (Freud, 1914).

Cuando las instituciones educativas ofrecen un “clima educativo sano” se promueve la incorporación de estilos de pensamiento social competente que facilita la resolución de conflictos en el sitio en el que estos conflictos tengan lugar como son destrezas instrumentales (facilidad social, conocer como conseguir algo, establecer metas, tener destrezas de comunicación, facilidad para hacer compañeros (as) y disfrute de las habilidades sociales), destrezas cognitivas prosociales (ser bueno (a) en el trabajo académico, ser inteligente, socialmente responsable), facilidad física (hacerlo bien en deportes, hacerlo bien en una nueva actividad, tener una apariencia física facilitadota de las relaciones con sus pares y la actividad deportiva y autodignidad (tener identidad y valores propios, abierto (a) a experiencias, seguro de si mismo (a), buen autoconcepto, sentirse feliz, etc). Algo trascendental acá es el manejo de los sentimientos. (Granda, 2001).

Sin embargo, en nuestro país el manejo de los sentimientos no suele ser de manejo conocido en las instituciones educativas, en primer lugar porque los y las docentes carecen del conocimiento que les de la posibilidad de manejar sus propios sentimientos; en segundo lugar porque la motivación para la docencia en Costa Rica se ve convirtió en algo económicamente compensatorio; en tercer lugar porque el Ministerio de Educación Pública maneja el discurso de que el sacrificio del docente es la marca de su interés, es decir que mientras mas sacrificio hay mas amor a la educación, así que los y las docentes se enfrentan a importantes montos de culpa cuando defienden sus derechos y por último porque las instancias Ministeriales no dan espacios en los que se puedan manejar los sentimientos y se pueda aprender a lidiar con ellos. (Granda, 2001).

El crecimiento de los actos violentos como la forma válida de resolver conflictos, o simplemente como la forma esperada de ventilar los “problemas” psicológicos es algo que permea la sociedad y siendo el colegio una importante instancia de socialización, en la que por definición se van a reproducir estereotipos sociales, no es raro que la violencia también llegue a permear a las instituciones educativas. (Granda, 2001).

Además los elementos a los que están expuestos los y las jóvenes están cargados de violencia, según la Coalición Nacional de Violencia cuando un estadounidense medio ha alcanzado los 18 años de edad, ha visto en televisión 32.000 asesinatos y 40.000 intentos de homicidio. (Granda, 2001).

Según un estudio de Whitney y Smith de 1993, realizado en Inglaterra, el 10 % de los (as) jóvenes había sido agredido (a) alguna vez y el 4% una vez a la semana, mientras que el 6 % había agredido alguna vez y el 1 % agredían una vez a la semana a otros (as) estudiantes. (Granda, 2001).

Los (as) docentes han identificado en esos estudios hasta un 18 % de alumnos (as) que exhiben conductas perturbadoras durante la clase y un 30% que obtiene resultados por debajo de su capacidad. (Granda, 2001).

Algunas características de los bullies son: (Granda, 2001).
1. Suelen tener más edad que sus víctimas.
2. Mientras más diferencia exista entre la edad cronológica y el nivel académico suelen ser más violentos (as).
3. Puede existir una historia de desafío contra las reglas.
4. En algunos casos puede observarse un trastorno asociado, generalmente negativista, disocial o psicopático.
5. Suelen intimidar niños (as) de su misma clase o de su mismo nivel.
6. Normalmente tienen una fuerza física superior a sus víctimas.
7. Suelen considerarse como líderes.
8. En general presentan bajo rendimiento, poco autocontrol, y mantienen una actitud negativa hacia el estudio.
9. Su ambiente familiar suele ser percibido como conflictivo.
10. Posibles antecedentes de partos prematuros, bajo peso al nacer, anoxia, trauma físico, anormalidades físicas menores y daño cerebral, así como exposición a toxinas, alcoholismo materno, tabaquismo materno, o uso de drogas.
11. Posibles condiciones precarias a nivel económico.
12. Convivencia social inadecuada, con una constante presencia de actos violentos.
13. No suelen presentar una autoestima baja en comparación con otras personas de su edad, es un mito que estos (as) jóvenes tengan baja autoestima.

Respecto a las víctimas podríamos decir: (Granda, 2001).
1. Suelen presentar debilidad física.
2. En ocasiones se consideran a si mismos (as) como tímidos y de escasos estatus social.
3. En general presentan un neuroticismo medio-alto.
4. Escaso control en las relaciones sociales.
5. Generalmente sienten que el ambiente familiar es sobreprotector
6. Mantienen una actitud pasiva frente a la educación secundaria.

Si a las características anteriores le agregamos la sordera, podemos ver que todos los elementos se encontrarían entonces exacerbados. También tenemos que: “El adolescente no oyente ha crecido en un ambiente en el que sus relaciones primarias, en especial con una familia de oyentes, le han impedido comunicarse, aspecto que provoca que viva en un mundo en el que sus afectos han experimentado una introyección que le lleva a compartir sólo con otros (as) no oyentes.

La relación con las figuras significativas están marcadas por la culpa, que termina traduciéndose en una sobreprotección que provoca que el (la) adolescente quede sujeto a las figuras parentales”. (Madrigal y Porras, 2008, página de Internet).


Respecto al bullying en los centros educativos (Granda, 2001):
• Se ha creado una conciencia en los diferentes países respecto a la necesidad de dar una respuesta a la violencia escolar.
• Se ha visto un aumento en las investigaciones que preceden las intervenciones sobre la gravedad de los malos tratos en los (as) estudiantes.
• Existe una creciente alarma social, en gran parte, motivada por los mass media y no por hechos reales respecto a la violencia en los centros educativos, Los medios de comunicación muestran realidades que han existido desde antes, la crueldad y los reales objetivos de la guerra, la pobreza extrema que mata a millones de niños, la poca capacidad de algunos líderes mundiales así como lo irracional y peligroso de los pensamientos, el aumento de la delincuencia organizada, la formación de jóvenes resentidos que se extienden rápidamente y muestran entre ellos una solidaridad que en la sociedad normal es poco frecuente. (Fromm, 1975).
• La prevención y la intervención del bullying no atañe sólo a las partes directamente involucradas, sino también a los padres, resto de los (as) alumnos (as), docentes y demás personal del colegio.
• El tratamiento integral del bullying debe dirigirse al mejoramiento del clima de la institución, pero también a la inclusión de la comunidad. La intervención no logra la desaparición absoluta de los fenómenos violentos, sino que aminoren sus daños

A nivel de aula se ha encontrado que el bullying se manifiesta mayormente en instituciones que son poco exigentes, o cuyos docentes no aplican sanciones a los casos de violencia (aun jugando) que se dan, además se ha encontrado que el promover el trabajo en grupo tiene consecuencias positivas sobre el bullying. (Granda, 2001).

Mooij, 1977, citado por Granda, 2001, manifiesta que no existe una relación entre el tamaño de la institución y el bullying y que la cantidad de alumnos (as) fuera de las aulas no es tan importante como la actitud que tienen los (as) docentes y el ambiente que se vive en las clases.

Como medidas de tratamiento Granda, 2001, propone las siguientes, que deben ser aplicadas en ese orden, siempre y cuando su gravedad no implique ir a la siguiente medida:

Acciones Personales
*Ignorar el hecho
* Cambiar sitio
*Reestructurar grupos
*Hablar (a solas, con los (as) implicados (as) y en grupo) en clase o tutoría
Difusión de
Responsabilidad Interna
* Derivar (Dpto. Orientación, Psicólogo, Jefatura, ...)
*Aplicar una boleta
*Apertura de Expediente Disciplinario
Difusión de
Responsabilidad
Externa
*Expertos Sociales
* Policía
*Juzgado

Definitivamente, el promover la unión y la solidaridad, así como el uso correcto de significantes (lacanianamente hablando) entre los y las estudiantes es la forma de aminorar el bullying, como diría Freud: “…pasa por el reconocimiento de que la fuerza mayor de un individuo puede ser compensada por la asociación de varios más débiles. L'union fait la force. La violencia es vencida por la unión; el poderío de los unidos representa ahora el derecho, en oposición a la fuerza del individuo aislado. Vemos, pues, que el derecho no es sino el poderío de una comunidad. Sigue siendo una fuerza dispuesta a dirigirse contra cualquier individuo que se le oponga; recurre a los mismos medios, persigue los mismos fines; en el fondo, la diferencia sólo reside en que ya no es el poderío del individuo el que se impone, sino el de un grupo de individuos. Pero es preciso que se cumpla una condición psicológica para que pueda efectuarse este pasaje de la violencia al nuevo derecho: la unidad del grupo ha de ser permanente, duradera. Nada se habría alcanzado si la asociación sólo se formara para luchar contra un individuo demasiado poderoso, desmembrándose una vez vencido éste. El primero que se sintiera más fuerte trataría nuevamente de dominar mediante su fuerza, y el juego se repetiría sin cesar. La comunidad debe ser conservada permanentemente; debe organizarse, crear preceptos que prevengan las temidas insubordinaciones; debe designar organismos que vigilen el cumplimiento de los preceptos -leyes- y ha de tomar a su cargo la ejecución de los actos de fuerza legales. Cuando los miembros de un grupo humano reconocen esta comunidad de intereses aparecen entre ellos vínculos afectivos, sentimientos gregarios que constituyen el verdadero fundamento de su poderío.” (Freud, 1932, versión digital).

Bibliografía

Freud, S. (1914). Recuerdo, Repetición y Elaboración. En Obras Completas. Versión Digital. Editorial Nueva Helade: SP

Freud, S. (1920). Más Allá del Principio del Placer. En Obras Completas. Versión Digital. Editorial Nueva Helade: SP

Freud, S. (1932). El porqué de la guerra. En Obras Completas. Versión Digital. Editorial Nueva Helade: SP

Fromm, E. (1975). Anatomía de la Destructividad Humana. Siglo XXI, España

Granda, H. (2001) Acoso Escolar - Agresividad y Relación en Primaria. Universidad de Oviedo, España.

Madrigal, A. (2009). La Figura de la Madre en el Desarrollo del Yo. Accesado el 12 de agosto de 2009 de http://psicotiko.ticoblogger.com/2009/03/la-figura-de-la-madre-en-el-desarrollo.html

Madrigal, A; Porras, R. (2008). El Adolescente Sordo y su Grupo. Accesado el 12 de agosto de 2009 de http://psicotiko.ticoblogger.com/2008/12/el-adolescente-sordo-y-su-grupo.html

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